Descripción de la batalla de Ayacucho:
La batalla de Ayacucho fue uno de los enfrentamientos finales de las guerras de Independencia Hispanoamericanas y, más concretamente, de la guerra de Independencia del Perú. En ella se enfrentaron el ejército realista y un combinado de independentistas de diversas regiones incluidos mercenarios europeos.
¿Dónde y cuándo tuvo lugar?
Tuvo lugar en la Pampa de Quinua (Ayacucho – Huamanga – Perú) a 3500 metros de altura, el 9 de diciembre de 1824, junto al cerro Cordoncanqui. Es un terreno de suave pendiente desde el cerro hasta la pampa rodeado de varias quebradas.
¿Quiénes lucharon?
Ejércitos Realistas del Perú contra el Ejército Unido Peruano-Colombiano libertad del Perú y un escuadrón de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
¿Quiénes fueron los jefes?
Por el bando realista el virrey José de la Serna y el general José de Canterac, y por el bando rebelde Antonio José de Sucre, José de la Mar y Agustín Gamarra.
Composición ejércitos
Por el bando realista participaron de 7000 a 10000 hombres procedentes del Virreinato del Perú (6000, la mayoría indios), del virreinato del Río de la Plata (1500-3000), de España (500-900) y de Chiloé (500) que portaban 14 piezas de artillería. El bando rebelde lo formaban de 6000 a 9000 hombres procedentes de la Gran Colombia (4000), República de Chile (300-1000), Provincias Unidas del Río de la Plata (80 a 100) y mercenarios europeos (300) que portaban 1-2 piezas de artillería.
Antecedentes
En 1823 durante la campaña del Perú se sucedieron varias victorias realistas sobre los ejércitos rebeldes como las de Torata y Moquegua o Zepita suponiendo la ocupación de La Paz en el Alto Perú y de Arequipa y con ello la desbandada independentista. En el año siguiente, 1824, el gobierno constitucional de España cayó y Fernando VII recuperó el poder aboliendo inmediatamente todas las disposiciones adoptadas durante 3 años, entre ellas el nombramiento como virrey del Perú de La Serna. Este hecho provocó el levantamiento del general Pedro Antonio Olañeta, absolutista, contra el virrey y el enfrentamiento del ejército realista del Perú contra el ejército realista del Alto Perú, diezmándose mutuamente debilitando al bando realista.
Mientras tanto el general José de Canterac se encontraba aislado en Junín en donde fue atacado por Simón Bolívar, que justo en ese momento entregó el mando al general venezolano Antonio José de Sucre para que él continuase la campaña. Canterac persiguió a Sucre desde el Cuzco hostigando su retaguardia hasta que finalmente se encontraron en Ayacucho. Esta guerra de movimientos sin lograrse una victoria contundente produjo el consumo de recursos y el agotamiento de ambos ejércitos hasta el definitivo encuentro en Ayacucho.
Desarrollo de la batalla
El plan inicial realista era el de rodear mediante una pinza a las tropas rebeldes con un movimiento de la división del general Jerónimo Valdés a la espalda de las mismas y simultáneamente atacar frontalmente con el resto del ejército descendiendo del cerro Condorcunca hacia la la Pampa de Quinua, exceptuando los batallones Gerona y Fernando VII. Estos quedaron en reserva para utilizarlos posteriormente en donde hiciese falta. La posición en lo alto del Cerro les daba una situación óptima, si bien sus movimientos eran más visibles a los independentistas.
Como ya se comentaba antes, el ejército realista venía siguiendo desde hacía muchos días al de Sucre y en Ayacucho por fin se encontraron. Ambos estaban agotados y con falta de víveres, lo que pudo desencadenar los hechos porque veían que se quedaban sin alimentos. El ejército realista estaba compuesto de muchos campesinos y prisioneros capturados anteriormente que si bien aumentaban el número no así su lealtad, cansados y hartos del sacrificio.
Todo se estaba preparado pero un enfrentamiento en unas casas a la derecha realista provocó que el coronel realista Rubín de Delis ordenase atacar a los 350 hombres del Regimiento Primero del Cuzco, apoyados por un escuadrón de caballería de 86 jinetes, contra la división del general Córdoba, compuesta por unos 2000 hombres. Pensaban que estos no estaban aún preparados para entablar batalla pero no era así, estaban listos ya. La superioridad numérica independentista fue crucial y la derrota fue total, además accidentalmente esto provocó algo que sería clave para el resto de la batalla: los realistas no pudieron montar los 7 cañones que tenían disponibles y que eran la baza que les proporcionaba superioridad militar.
El general Córdoba no se detuvo y se aproximó a los hombres del general Villalobos que descendían desorganizadamente por la colina sin posibilidad de crear una formación sólida de batalla, por lo que fueron también dispersados causando numerosas bajas. El general Moret atacó la llanura pero también fue rechazado y ya finalmente se lanzaron el virrey La Serna y el general Canterac con las últimas reservas que les quedaban y fueron derrotados por los hombres de Sucre. El virrey fue herido y hecho prisionero.
La batalla duró unas 4 horas.
Resultado final y bajas
Las tropas rebeldes derrotaron al ejército realista y su jefe, el virrey del Perú José de la Serna fue capturado junto a sus 583 oficiales y 2000 soldados aproximadamente. Las bajas por el bando realista fueron de 1800 muertos, 700 heridos y unos 3000 prisioneros, y por el lado independentista 370 muertos y 609 heridos.
Consecuencias de la batalla de Ayacucho
La batalla de Ayacucho puso fin al Virreinato del Perú y destituyó a su último virrey el general José de la Serna e Hinojosa, Conde de los Andes.
Se firmó la Capitulación de Ayacucho en la que se reconocía la independencia del Perú.