Como comentaba en el artículo de Pedro de Mendoza , el 4 de octubre de 1536 Juan de Ayolas partió de Buena Esperanza, pequeño fuerte que habían construido avanzado el río Paraná, para profundizar más en búsqueda de la Sierra de la Plata. La expedición estaba compuesta por una carabela y dos bergantines y se embarcaron 170 hombres, entre ellos el factor Carlos de Guevara, Juan Ponce de León, Francisco Douvrin y Domingo Martínez de Irala.
En el transcurso de esta expedición por el río Paraná surgieron multitud de problemas, como las tempestades que sufrieron que casi dan al traste con la misma; las bajas temperaturas, la multitud de ciénagas, la falta de alimento que fue subsanada gracias a la ayuda de los nativos, etc. A pesar de todo la expedición continuó adelante y navegó el río Paraguay, fundando el 2 de febrero de 1537 el fuerte de la Candelaria. Allí descansaron unos días y dejaron un retén de 30 hombres al mando de Martínez de Irala con la orden de construir una pequeña fortaleza. Ayolas partiría con el resto de hombres el 12 de febrero en dirección a la región del Chaco. Ordenó a Irala que si en 4 meses no habían regresado partiera sin ellos. Nunca volverían a verse.
En el transcurso del viaje Ayolas y sus hombres se cruzaron con multitud de tribus nativas, unas huían, otras ayudaban y otras se mostraban más violentas. La mayoría de ellas ya conocían a esos extraños seres que venían del oriente desde la expedición de Alejo García, por lo que no se sorprendían en lo más mínimo de verlos, solo les preocupaba que esas visitas cada vez eran más habituales. Trataron con los corondas, los calchaquíes, los abipones, los agaces que provocaron 15 muertos entre los españoles, los guaraníes con los que tuvieron muy buenas relaciones, los payaguaes en donde Ayola se casó con la hija del cacique Tamatía.
Juan de Ayolas y sus hombres muertos por los paraguaes
Sobre el resto del viaje no hay crónicas escritas, tan solo los testimonios de indios obtenidos años después, pero según parece la expedición cruzó el Chaco o tierra de los Mbayaes salvando multitud de obstáculos naturales y muchos ataques de indígenas hostiles, pero lograron llegar a las tierras de los caracaraes, en la región de los Charcas, a la tan ansiada y anhelada Sierra de la Plata. Obtuvieron un buen botón de oro y plata y decidieron regresar llegando a la Candelaria 13 meses después de haber partido, una buena temporada fuera de territorio amigo en donde poder descansar. Pero allí no había ni rastro de los españoles que quedaron con Irala, ya se habían marchado. Llegaron 80 hombres de los 130 iniciales que partieron.
Allí, en la Candelaria, fueron bien acogidos por los indios paraguaes que les ofrecieron alimento y ayuda en cualquier necesidad que tuviesen, pero pasados unos días cambiaron de opinión repentinamente, los pacíficos y atentos paraguaes rodearon a los españoles y los aniquilaron, incluidos a los indios chanaes que viajaban con ellos.
Expedición de Juan Salazar de Espinosa en 1537
Ahora tenemos que volver atrás, a principios de 1537, a cuando el Adelantado Mendoza ordena a Juan Salazar de Espinosa partir con una pequeña armada de 3 bergantines para auxiliar a los españoles destacados en Corpus Christi y Buena Esperanza y luego remontar el río Paraná y el Paraguay en busca de los expedicionarios de Ayolas. El puerto de Buena Esperanza había sido abandonado y todos los moradores se habían marchado a Corpus Christi, donde se encontraban sin novedad y allí dejaron uno de los bergantines con vituallas. Prosiguieron su navegación y llegaron a una pequeña bahía que formaba el río Paraguay en donde pararon a descansar. En esta bahía entraron en contacto con los indios guaraníes con los que entablaron amistosa relación especialmente con el cacique Caracará, que les aprovisionó de forma generosa.
Esa zona era rica y estratégicamente muy bien posicionada para continuar con la búsqueda de la Sierra de la Plata, único y verdadero objetivo en estas expediciones. Construyeron sobre una pequeña altura un fuerte de madera con dos torreones desde donde se dominaba toda la llanura circundante. Quedó allí al mando Gonzalo de Mendoza y Salazar dispuso el regreso a Buenos Aires en donde los problemas continuaban como antes y Ruiz Galán, capitán al mando de la ciudad, tras charlar con Salazar, decidió abandonarla y establecerse en la recién fundada Asunción. Al mismo tiempo y viniendo de río arriba llegó Martínez de Irala, que tras esperar en la Candelaria casi durante un año a Juan de Ayolas decidió regresar sin noticias del susodicho.
Alvar Núñez Cabeza de Vaca adelantado y gobernador del Río de la Plata en 1540
El capitán Martínez de Irala, ante el no regreso de Ayolas fue nombrado Gobernador del Río de la Plata pero este gobierno le duró poco, en 1540 es nombrado Adelantado del Río de la Plata Alvar Núñez Cabeza de Vaca y, por ello, también Gobernador. Alvar Núñez desde el principio de su gobierno trató de terminar con los enfrentamientos contra los nativos y buscó aliarse con ellos, sobre todo con los indios del oeste del río Paraguay y sur del Pilcomayo y con la alianza que ya tenían con los españoles pudieron someter a tribus que aún no habían sido vencidas.
Su intención era la de crear una gobernación seria y bien organizada pero pronto se dejó seducir por los cantos de sirena que hablaban de grandes riquezas en la Sierra de la Plata y organizó una expedición en 1544 al mando del capitán Hernando de Ribera que logró ascender hasta la región del Chaco pero tuvieron que regresar. Una vez en Asunción se encontraron con la rebelión de Martínez de Irala contra el Adelantado que fue encerrado en un barco y enviado a España.
Golpe de mano de Martínez de Irala logrando ser el gobernador del Río de la Plata
De nuevo Martínez de Irala comandaba en Asunción cuya única obsesión era llegar a la Sierra de la Plata y no colonizar y poblar la zona. Rápidamente envió varias expediciones comandadas por Nuflo de Chaves que ascendió el río Paraguay y llegó a las inmediaciones de la ansiada Sierra en las cercanías del Perú pero también le llegaron noticias de que la zona ya había sido conquistada y poblada por otros españoles por lo que Irala tuvo que renunciar a su sueño y centrarse en colonizar y poblar las zonas ya exploradas.
Juan de Garay fundador de Santa María de Buenos Aires
A pesar de los intentos de Irala de poblar la zona, ésta no se empezó a ejecutar en serio hasta 1573 a través de Juan de Garay, que ya llevaba en la zona desde 1543. En 1573 fundó en las orillas del río Paraná la ciudad de Santa Fe, más tarde refundó la ciudad de Buenos Aires bajo el nombre de Santísima Trinidad y su puerto llamado Santa María de Buenos Aires, quedándose al final con este nombre como el que ha hecho famoso a la ciudad. Dicha refundación tuvo lugar un poquito más al norte que el lugar elegido por Pedro de Mendoza y el poder político y económico de la zona se estableció en ella volviendo desde Asunción, a donde se había marchado con Ruiz Galán.
Indice de la Conquista del Río de la Plata
- Expedición de Juan Díaz Solís de 1516- Sebastián Caboto y el Adelantado Pedro de Mendoza
- La expedición de Juan de Ayolas y Fundación de Asunción por Juan de Salazar de Espinosa
- Conquista de Tucumán
- Conquista de Cuyo