Como no podía ser de otra manera, la realidad vence a la ficción. Tanto tiempo que se ha investigado y debatido sobre el origen del descubridor de América y al final unos pequeños legajos nos dan la clave y no tiene nada que ver con todo lo que se había dicho con anterioridad.

Documentación encontrada en un viejo legajo del Archivo de Indias de Sevilla sobre un proceso judicial en el viejo Santo Domingo de la la isla Española muestran lo que algunos empezaban a sospechar: Cristóbal Colón no era terrícola. En las declaraciones de varios testigos en el pleito sobre unas tierras en las que se construyó la fortaleza de Santo Domingo en 1502 se pueden leer expresiones refiriéndose a Colón como el “bicho verde”, el “antenitas” y el “tragalagartos”.

Igualmente estudios intergalácticos muy recientes han encontrado planetas cuyo nombre apunta a que pueden ser los naturales del Almirante de Castilla, como por ejemplo el planeta Criscol (CRIStóbal COL-ón), situado en la constelación de Antlia y que tiene todas las papeletas para ser su planeta natal.

Otros testimonios de marineros de Huelva antes del viaje de Descubrimiento también reflejan su inquietud ante el extranjero que les invitaba a esa misión tan extraña. Por ejemplo, Antón Martínez de Barbate confiesa “este hydeputa verde quiere acabar con nosotros”, y Francisco de Béjar no duda en afirmar que “este viaje solo se le puede ocurrir a un hereje de más allá de nuestras patrias”, y así mismo Fernández de Guadarrama confiesa “pude verle por un agujero de la ventana emitiendo extraños sonidos con palabras que no pude entender”. Simplemente terrorífico.

Solo así se puede explicar el Descubrimiento de América, no es que tuviese datos de astrónomos con los que realizó cálculos y análisis para conocer la distancia exacta de Asia respecto de Europa navegando hacia el oeste, sino que ¡¡ya lo había podido ver desde su nave espacial!! ¿trampa? ¿ardid? Es triste ver como manipuló y engañó a todo el mundo.

De esta manera el tan llevado y traído asunto del lugar de nacimiento de Colón queda resuelto. Lo siento mucho por Baleares, Galicia, Cataluña, Portugal y Génova, candidatos principales a serlo, ya pueden ir desmontando las “casas Colón” y otros monumentos que le han dedicado. Y se acabó el negocio de sacar libros sobre nuevos posibles lugares de nacimiento del señor Colón, ale, ¡sefiní!

Ahora, nos surge un nuevo desafío: se acaba de encontrar el planeta Reykat ¿qué sorpresas nos esperan?