No es que este artículo vaya cronólogicamente muy de acuerdo al ritmo actual del blog pero me parece interesante ponerlo aquí. Lo repetiré cuando vayamos ya narrando los hechos acaecidos a principios del siglo XIX, por si alguien no se acuerda:
Artículo de opinión extraído de la web www.abc.es
http://www.abc.es/20100519/opinion-tercera/doce-preguntas-respuesta-sobre-20100519.html
MANUEL LUCENA GIRALDO, Historiador e investigador científico del CSIC
Miércoles, 19-05-10
Hace dos siglos, en la primavera de 1810, se establecieron en la América española las juntas autonomistas que pusieron en marcha el proceso emancipador hispanoamericano. En Caracas, el 19 de abril, poderosos hacendados y comerciantes depusieron al guipuzcoano Vicente de Emparan, capitán general de Venezuela: fue un modélico golpe de Estado de los privilegiados criollos americanos. Las repercusiones de aquella sustitución de la legítima autoridad superaron todas las expectativas de sus protagonistas, que en algunos casos no vivieron lo suficiente para contemplarlas.
Así, el procedimiento fue emulado durante los meses siguientes en Buenos Aires (22 de mayo), Bogotá (20 de julio), Santiago de Chile (18 de septiembre) y Quito (25 de septiembre), y extendió hacia todas las regiones del imperio español los efectos de la crisis comenzada dos años antes en la metrópoli peninsular.
Casi quince años después, el 9 de diciembre de 1824, se enfrentó en la batalla de Ayacucho, en el actual Perú, un ejército leal a la Monarquía española formado por más de nueve mil soldados (de ellos sólo 500 peninsulares) contra otro patriota de partidarios de la emancipación de casi seis mil, que resultó ganador de la cruenta batalla. Los realistas tuvieron 1.600 muertos; los patriotas, solamente 300. Fue el final de las guerras de independencia en la América continental.
Ambas fechas, 1810 y 1824, marcan el principio y el final del Bicentenario que en muchos países americanos, también en España, debe promover análisis históricos serios, superar mentiras interesadas y ponderar de manera inteligente (con visión de futuro) una convivencia de tres siglos, entre cuyos frutos deslumbrantes destaca la comunidad de hablantes de nuestro idioma español, la segunda lengua global.
Los aportes de las últimas dos décadas a cargo de historiadores de ambas orillas del Atlántico han mostrado un panorama cuya complejidad era desconocida. Contamos con una historia renovada. Entre las cuestiones sometidas a revisión, destacan las siguientes:
1- Los españoles, malos y avariciosos, tenían oprimidos a los americanos y por eso se produjo la independencia. Esta es la expresión formularia del mito decimonónico republicano, y no se corresponde con ninguna realidad histórica. El imperio español tuvo un fuerte componente negociador y de consenso; por eso duró tres siglos. Las deudas históricas no existen. La historia no se cambia con leyes. Lo que procede es estudiarla para entender su complejidad e iluminar las opciones de libertad.
2 – A los americanos no les permitieron ejercer cargos públicos en el imperio español. Es falso que no sirvieran oficios de relevancia. El más importante virrey de México en el siglo XVIII, conde de Revillagigedo, era cubano, y el neogranadino nacido en Medellín Francisco Antonio Zea dirigió el Real Jardín Botánico madrileño desde 1805. Burocracia, ejército y Real Armada contaban con naturales del Nuevo Mundo en posiciones y jerarquías diversas, en igualdad con los peninsulares, entre los cuales vascos y catalanes también eran muy abundantes.
3 – Existían grandes ejércitos que tuvieron oprimidos a los americanos hasta 1810, cuando al fin se pudieron liberar. No es cierto. El imperio español fue un imperio de ciudades, muy burocrático y con un fuerte sentido de la justicia y la ley. Hasta 1763 sólo en áreas de ataques piráticos o estratégicas (Cartagena, Chile, Veracruz, La Habana) había militares profesionales, artilleros e ingenieros. Después de la grave derrota ante los británicos en la Guerra de los Siete Años se produjo un incremento de la planta militar, que no sobrepasó nunca unos veinte mil hombres, complementados por milicianos americanos, entre los que destacaron por su lealtad y capacidad mulatos y negros libres (no esclavos).
4- En la América española mandaba la Inquisición y no había educación, ilustración e imprentas. El mito del oscurantismo colonial es otra falsedad. El Santo Oficio, que no tuvo jurisdicción sobre indígenas, era residual en 1800 y las ciudades se habían llenado de bibliotecas públicas, teatros, alamedas y jardines. México era la ciudad más rica del hemisferio occidental y una de las grandes urbes del mundo. Existía censura, pero el empeño por leer y escribir apenas se veía afectado. Entonces, como ahora, prohibir un libro era la manera de consagrarlo.
5 – La invasión francesa no afectó a los americanos, sólo a España. En absoluto, pues allí se consideraba a Napoleón un dictador ateo y un aventurero peligroso. Existía una nación española «de ambos hemisferios», como proclamó en 1812 la Constitución de Cádiz. Tras el 2 de mayo madrileño llegaron desde América grandes cantidades de dinero en metálico y donativos que sirvieron para resistir al invasor. En el ejército español sirvieron oficiales y soldados americanos tan importantes como el argentino San Martín, que tuvo una importante actuación en Bailén, o los chilenos hermanos Carreras.
6 – ¿Por qué se establecieron juntas autonomistas en 1810? En abril de aquel año terrible se esperaba como irremediable la caída de Cádiz en manos de Napoleón, que al cabo nunca se produjo. Para protegerse de esa eventualidad los españoles americanos establecieron sus propias juntas de gobierno. No estaban dispuestos a ser parte de Francia y que los subyugara Napoleón, ni a que hubiera una revolución de negros y mulatos como la de Haití. Por eso organizaron juntas «en nombre de los derechos de Fernando VII, cautivo en Bayona».
7- La Constitución de Cádiz representó una oportunidad perdida. De manera muy relativa. La elección de diputados americanos puso en marcha grandes procesos electorales y democráticos, en los que participaron por primera vez en la historia del mundo todos los grupos sociales y étnicos, de derecho y de hecho. En su estela el imperio español se transformó en naciones de ciudadanos.
8 – ¿Fueron los indígenas partidarios de la emancipación? No. Se mantuvieron casi en su totalidad fieles a la Corona española, que protegía por las Leyes de Indias sus tierras comunales. Los araucanos de Chile habían llegado a proponer en 1813 «formar para la defensa del Rey una muralla de guerreros en cuyos fuertes pechos se embotarían las armas de los revolucionarios». A partir de 1820, las tropas de Bolívar encontraron la mayor resistencia entre los nativos del sur de Colombia y Ecuador.
9 – ¿Fueron negros, pardos y esclavos partidarios de la independencia? Excelentes oficiales y soldados, fue la oferta de libertad a los esclavos y el reconocimiento de méritos y pensiones lo que motivó que estuvieran del lado de la Corona española o de los patriotas americanos, según los casos.
10 – ¿Participaron en las guerras de emancipación las mujeres? Por supuesto. Coronelas patriotas como la boliviana Juana Azurduy, la prócer colombiana Policarpa Salavarrieta o la hermana mayor de Bolívar y partidaria del Rey de España hasta el final de sus días María Antonia estuvieron presentes en sitios, guerrillas y combates políticos.
11- ¿Fueron los próceres inventores del nefasto caudillismo? Algunos, en efecto, sucumbieron a las tentaciones del poder personal (Bolívar fue acusado de ello al final de su vida); otros, como San Martín, se exiliaron para que no se ejerciera violencia alguna en su nombre. Pero el caudillismo no es un mal hispánico: la historia europea está llena de dictadores.
12 – ¿Qué perdura de aquellos tres siglos de vida común? De los imperios quedan idioma, religión, gastronomía y ciertos estilos de vida en común. Lo que permanece es una nación cultural española y americana, de cuya transformación en sociedades de conocimiento, más democráticas y justas, depende nuestro futuro. Este comienza, a no dudarlo, por una nueva Historia de América y de España.
hola está muy bien escrito todo. Sigue escribiendo que vas a tener mucho exito. Bueno este es mi comentario. Adios.
Muchas gracias Julisa por tus ánimos, este artículo no lo he escrito yo, pero supongo que te refieres al resto de blog. 🙂
Espero verte mucho por aquí.
Me han encantado todas las cuestiones escritas y sus respuestas. Enhorabuena!
Excelente artículo, he disfrutado mucho de su lectura dado que hace mucho tiempo quería evacuar unas dudas.
Hola Mauricio,
Me alegro de que te haya gustado el artículo. Creo que es bastante esclarecedor y corta de cuajo muchas de las teorías existentes actualmente que trata todo lo español en América como malo, negativo y antiamericano.
Quería agradecerte también tu apoyo en nuestra página de Facebook. Un placer contar contigo entre nuestros seguidores.
Saludos
El articulo es muy bueno, solo falta un tema, el oro y la plata que se llevaron en sus barcos, yo aunque soy español vivo en Uruguay y he viajado por Chile y Argentina en muchas osasiones y lo que mas me molesta del pasado es que entre bromas y algo de mala leche, muchos americanos que no tienen nada de indigena ya que son hijos de emigrantes llegados el siglo pasado, te vengan a molestar con algo que no era de ellos, si acaso de los pueblos nativos y originarios de America, es otro tema a tratar, realmente fue tanto el oro y la plata, o quizas en bruto, no fue tanto a comparacion de una moderna explotacion minera de nuestros dias, piensen que en aquella epoca todo era a pico y pala, y a base de mulas, otra leyenda negra, nunca encontraron el Dorado, solo plata
Hola Agustín, gracias por participar en el blog.
El tema del oro también tiene su cosa. Se argumenta como otra de las barbaridades que hicieron los conquistadores contra los nativos: robarles el oro. Pues bien, para éstos el oro no era más que una artículo decorativo por su brillo y su belleza. Los españoles querían el oro porque era utilizado como moneda, como riqueza, como artículo de intercambio, no como decoración, por eso fundieron muchas obras realizadas en oro, le daban mucho más valor a su peso que a su función ornamental.
Los mismos nativos se mostraron sorprendidos de la fiereza con la que esos extraños seres ansiaban el oro, viendo su ansiedad se lo entregaban sin mayor problema; ya vimos el ejemplo de Atahualpa llenando una habitación de oro hasta algo más de dos metros de altura para que le liberase Pizarro.
Haciendo un símil es como si un día llegan a tu casa unos señores y quieren llevarse tus figuritas de cerámica porque para ellos tienen mucho valor, ¿qué haces entonces? se lo das y santas pascuas, no te vas a pelear por algo a lo que no le das demasiado valor, tan solo el decorativo y como mucho, en algunos tribus, ritual.
De todas maneras lo que más se encontró y extrajo, como bien dices, fue plata en las grandes minas de Nueva España y del Perú, oro muy poco y muy difícil de extraer.
Saludos.
Ante todo gracias por tu amabilidad al contestar, y asi es, en el cono sur creo que oro bien poco se encontro, pero si mucha plata, creo que la actual Bolibia que pertenecio al birreinato de Peru fue la zona mas expoliada, el oro siempre fue algo de los territorios mas al norte, Mexico en concreto y quizas California, de hecho es donde se sigue extrayento pero con otros metodos distintos a los de aquella epoca,
La plata si fue un importante pero tambien debemos pensar en toda la arquitectura que levantaron los españoles, las iglesias, las universidades, las escuelas y las misiones, mantener a toda esa poblacion que hizo lo que pudo por mejorar la cultura y la educacion de tantos y tantos pueblos nativos que si aceptaron a los españoles tras poner orden en lo referente al trato a dispensar al natural de estas tierras, otra cosa fue la barbarie de muchos emigrantes europeos o como actuaron los gobiernos que llegaron despues de la emancipacion, el caso de chile, de argentina o de los mismos charruas aqui en uruguay, el pueblo mapuche tras larga lucha con los españoles firmo la paz y ambas naciones se respetaron y trazaron fronteras, hubo comercio y hasta pelearon juntos contra los rebeldes en un principio, toda la historia es manipulada en las escuelas, y debe de entenderse que si en lugar de españoles hubieran llegado holandeses o ingleses, America no tendria la cultura ni el esplendor que hoy en dia tiene, no defiendo a España porque a nosotros tambien nos conquistaron otros pueblos y de todos aprendimos, arabes, romanos, visigodos griegos o fenicios que nos trajeron las matematicas, la medicina y muchas cosas mas, por tanto todo es un balance que hay que saber sospesar, pero repito lo que mas me molesta es que sean personas que llegaron hacen 100 años los que mas cuestionen las cosas, mientras que los guaranies o los mapuche ven como su verdadero problema a esos mismos que los gobiernan ahora y no ya a los españoles que siempre venimos en son diplomatico con todos
Es triste ver que tras la emancipacion de los pueblos americanos y esas revoluciones encabezadas por criollos de origen europeo, simplemente fue un cambio de dueños y los nativos creyeron en esas verdades, quiza al tiempo vieron que fue mucho peor el trato que les dieron y les dan que el que los españoles enseñaron
Amigos:
Es muy interesante este sitio, y creo que tiene muchos puntos en común -aunque no sea enteramente coincidente- con mi sitio web http://www.hispanoamericaunida.com, el cual los invito a visitar.
Un cordial saludo de un hispano que vive en Londres