Crisis europea del siglo XVII
La Europa del siglo XVII supuso una crisis en gran parte del continente. Los buenos datos y el desarrollo alcanzado durante el siglo XVI se frenaron y el panorama se oscureció. La población disminuyó por nuevas epidemias de peste, guerras interminables que no solo provocaban muerte sino también hambrunas, a lo que habría que sumar unas malas cosechas consecutivas que empeoraron aún más las cosas.
Sin embargo en el aspecto comercial las cosas no fueron tan mal. Los nuevos mercados abiertos en el Nuevo Mundo y la formación del comercio triangular entre Europa, África y América supusieron jugosos beneficios para los comerciantes. Europa compraba en África esclavos que llevaba a América y con el dinero obtenido compraba café, cacao, azúcar, tabaco, etc. que transportaba a Europa obteniendo grandes beneficios.
Paz de Westfalia
En el plano internacional Inglaterra y Holanda empiezan a hacer una dura competencia a España y Portugal expandiéndose principalmente por Asia y atacando mediante piratas y corsarios las ciudades y rutas ibéricas. Y Francia también asciende y empieza a imponer su dominio en Europa sobre el resto de naciones tras la Paz de Westfalia que pone fin a la Guerra de los Treinta Años en Alemania y a la Guerra de los Ochenta Años entre España y los Países Bajos. Las potencias ibéricas del siglo XVI decaen aunque siguen teniendo mucho peso en la política internacional.
Avances técnicos e Ilustración
Los adelantos técnicos y científicos que van apareciendo van preparando la llegada de la revolución industrial y se construyen grandes talleres manufactureros que producen mucho más barato que el tradicional trabajo artesanal. Y la burguesía, propietaria de esta herramienta, sigue en su ascenso en cuanto a importancia económica, social y política, ésta última mediante la compra de tierras y cargos a los monarcas necesitados de dinero para mantener sus imperios.
En el aspecto político la Monarquía absoluta se impone y los reyes adquieren características sagradas. El poder emana de Dios y se lo concede al rey absoluto. La nobleza va perdiendo influencia política. Los reyes se rodean de funcionarios muy bien preparados con gran poder y mucha influencia.
A finales de siglo empieza a conocerse a la Ilustración, que fue un movimiento cultural e intelectual que buscaba llegar a la sabiduría a través de la razón. El siglo XVIII fue cuando se extendió por todo Europa produciendo importantes cambios en todos los ámbitos.