Como comentaba en la entrada anterior, los seguidores de Roldán quedaron a la espera en la Xaragua de las carabelas prometidas por Cristóbal Colón para regresar a Castilla, pero fueron pasando los meses y no llegaron hasta abril de 1499. Dicha tardanza fue debida a una serie de tempestades con las que se encontraron en su camino desde Santo Domingo, lo que les dio tiempo para replantearse muchas cosas y finalmente decidieron quedarse en la isla y no volver a España. Además, el mal estado de las naves precisamente no les invitaba a ello haciéndoles sospechar que Colón quería hundírles en medio del Océano.
Se organizó una reunión con Colón para llegar a un nuevo acuerdo. Se encontraron en Azúa, villa situada a mitad de camino entre Xaragua y Santo Domingo. El almirante envió varias cartas a España en las que contaba todo lo que estaba ocurriendo con Roldán y su lucha por pacificar la isla, pero tan sólo recibió una fría respuesta del obispo Fonseca en la que se le anunciaba el envío de un juez para analizar la situación y tomar las medidas pertinentes. El crédito de Colón volvía a estar por los suelos en España, ya no se fiaban de sus testimonios y tenían que recurrir a otros para conocer de forma subjetiva lo que ocurría, tal y como ya se había hecho con Juan de Aguado.
La reunión entre Roldán y Colón tuvo lugar en la bahía de Ocoa a bordo de una carabela del almirante frente a las bellas costas del sur de la Española y se llegó al siguiente acuerdo:
– Libre elección de los rebeldes de regresar a España cuando quisiesen, pero siempre en flotas normales, no en barcos preparados únicamente para ese cometido (no vaya a ser que les ocurriese algo).
– Concesión de tierras de cultivo a los partidarios de Roldán en vez del sueldo real, que no llegaba nunca.
– Retirada de todos los cargos contra Roldán.
– Restitución de Roldán como alcalde mayor.
– En caso de incumplimiento de estos preceptos Colón estaría sometido a la justicia de Roldán.
Es decir, los rebeldes querían llevar a cabo una forma de vida más adecuada y conforme a lo que les habían prometido, poder cultivar sus propias tierras para generar riqueza y desarrollar la zona.
Con la recuperación del puesto de Alcalde Mayor de Roldán, la satisfacción de las necesidades de sus seguidores y la vuelta a España de algunos de ellos se puso fin a esta rebelión que no hizo sino impartir algo de justicia al mal gobierno y los excesos de los Colón sobre los engañados colonos.
Más capítulos sobre la rebelión de Francisco Roldán
– Primera parte de la Rebelión de Roldán
– Segunda parte de la Rebelión de Roldán
muy bien
muy concisa la historia de la rebelión de Roldan, ademas aclara mucho para este estudio y otros el mapa adjunto. Falta su poción en el juicio contra Colon adelantado por Bobadilla juez pesquisidor