La conquista de Nuevo México continuó bajo las pacíficas normas impuestas por Felipe II para terminar con el áurea de violencia y guerra que había tenido las conquistas anteriores, pero eso no facilitaba las cosas.
Don Juan de Oñate, criollo mexicano, fue el encargado de la conquista pacífica de Nuevo México y de establecer una colonia en sus territorios, para elló fundó San Gabriel que finalmente derivaría en Santa Fe.